Los robots humanoides, con capacidades de interacción avanzadas, pueden responder a los visitantes de forma natural, creando conversaciones e incluso improvisando respuestas. Así se consigue una experiencia más envolvente y atractiva, ya sea en parques temáticos, eventos o museos.

Los robots pueden animar espectáculos, desempeñar papeles interactivos o realizar rutinas coreografiadas. Su capacidad para moverse, bailar y jugar con precisión abre nuevas posibilidades en el entretenimiento escénico y el espectáculo.

Gracias a la inteligencia artificial, los robots pueden adaptar sus interacciones según las preferencias de cada usuario. Por ejemplo, en museos o parques temáticos, pueden ajustar los niveles de lenguaje o la información facilitada en función de la edad y los intereses de los visitantes.

Los robots humanoides pueden actuar como guías en atracciones turísticas o de ocio, facilitando información en distintos idiomas y respondiendo a las preguntas de los visitantes, haciendo la experiencia accesible a un público más amplio.

Los robots humanoides pueden integrarse en videojuegos, aplicaciones de realidad aumentada o espectáculos inmersivos, creando una interacción real con los usuarios. Añaden una dimensión física a las experiencias virtuales y permiten a los usuarios vivir aventuras "en vivo" con los personajes.

En centros de ocio o simuladores de juegos, los robots pueden reproducir movimientos realistas, lo que permite a los participantes entrenarse con personajes o en entornos inmersivos, como en simulaciones deportivas o de aventuras.

Los robots humanoides crean un factor "sorpresa" para los visitantes, captando su atención con habilidades inusuales como el reconocimiento facial, la conversación y la capacidad de "aprender" preferencias. Esto fomenta el boca a boca y aumenta el atractivo de los locales de ocio.

Gracias a los sensores y la IA, estos robots pueden reaccionar según el estado de ánimo o la reacción del público, ofreciendo una experiencia más humanizada que se ajusta en tiempo real, creando un vínculo emocional más fuerte con los espectadores.