Los robots humanoides pueden interactuar directamente con los alumnos, explicándoles conceptos, haciéndoles preguntas o guiándoles a través de ejercicios. Su capacidad para interactuar de forma lúdica y personalizada capta la atención de los alumnos y estimula su interés, sobre todo en el caso de los más jóvenes.

Equipados con algoritmos de inteligencia artificial, estos robots pueden analizar las respuestas de los alumnos en tiempo real y adaptar los ejercicios en función de las necesidades y el nivel de cada estudiante. Identifican rápidamente las lagunas o los puntos fuertes y ajustan las lecciones para ayudar a cada alumno a progresar a su propio ritmo.

La robótica humanoide es especialmente útil para ayudar a niños con problemas de aprendizaje, como autismo o déficit de atención. Los robots pueden proporcionar instrucciones tranquilas, repetitivas y no amenazadoras, facilitando un aprendizaje más integrador y adaptado a las necesidades individuales.

Los robots humanoides introducen a los estudiantes en las tecnologías avanzadas, la programación y la robótica, reforzando las habilidades en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Los alumnos pueden aprender a programar o controlar robots, haciendo más accesible y tangible el aprendizaje tecnológico.

Los robots humanoides, a menudo diseñados con capacidades de juego e interacción, hacen que el aprendizaje sea más atractivo y divertido. Animan a los alumnos a participar activamente en clase y estimulan la motivación, haciendo que las lecciones sean más memorables.

En las clases de idiomas, los robots pueden actuar como compañeros de conversación interactivos y sin prejuicios. Hablan con acentos precisos y ajustan su nivel en función de la comprensión del alumno, fomentando la práctica regular del idioma.

Los robots humanoides pueden encargarse de ciertas tareas repetitivas (como controlar la asistencia u organizar el material didáctico), lo que permite a los profesores dedicar más tiempo a la enseñanza y prestar apoyo personal a los alumnos.

Los estudiantes pueden trabajar juntos para controlar y programar un robot humanoide, desarrollando habilidades de trabajo en equipo y comunicación. Estas actividades también refuerzan el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas, al tiempo que permiten a los estudiantes trabajar juntos en proyectos desafiantes.