¿Qué métodos se aplican para garantizar la seguridad en la interacción humano-robot?

La colaboración entre humanos y robots en tareas de seguridad requiere una condición esencial: la confianza. Para lograrlo, los robots deben funcionar de forma predecible y segura, con mecanismos de protección que minimicen cualquier riesgo. Aquí le mostramos cómo.

1. Sensores de proximidad y detección de presencia

  • LIDAR y ultrasonidos: Evitan colisiones detectando obstáculos a corta y media distancia.

  • Sensores de contacto y presión: mantienen el movimiento si se detecta resistencia física o manipulación.

  • Visión artificial: Reconoce la presencia de personas y ajusta velocidad o trayectoria.

2. Zonas seguras y rutas programadas

  • Los robots siguen trayectorias definidas con márgenes de seguridad.

  • En áreas compartidas, priorizan la circulación humana.

  • Se integran con sistemas de control de accesos para evitar interferencias.

3. Comportamiento previsible y señales visibles

  • Los movimientos del robot son lentos, fluidos y anunciados.

  • Las luces LED indican el estado de funcionamiento (activo, en pausa, alerta).

  • Los mensajes de voz y sonido avisan de los cambios de dirección.

4. Protocolos de emergencia y parada inmediata

  • Incorporan botones de emergencia accesibles para usuarios o vigilantes.

  • Algunos cuentan con control remoto en caso de fallo de IA.

  • Su diseño evita movimientos bruscos o peligrosos.

5. Normas internacionales de seguridad robótica

  • ISO 13482: Robots de asistencia personal y su operación segura.

  • ISO/TS 15066: Interacción segura en robótica colaborativa.

  • IEC 61508: Seguridad funcional en sistemas electrónicos programables.

Estas normas regulan desde el diseño físico hasta la programación del comportamiento.

6. Diseño físico para una vida segura

  • Bordes redondeados, materiales blandos o flexibles.

  • Limitación de fuerza aplicada por motores.

  • Tamaño reducido para zonas con mucho ruido.

Visión aplicada desde la ingeniería de campo

En entornos donde operan robots humanoides de seguridad, como centros de convenciones o instalaciones con gran afluencia de público, se aplican estos métodos desde el diseño del espacio hasta la rutina de patrullaje. La ingeniería de campo permite adaptar el comportamiento robótico al ritmo y entorno humanos sin comprometer su eficacia.

Conclusión:

La interacción humano-robot en seguridad debe ser, ante todo, segura. Mediante sensores, protocolos, normas y un diseño consciente, los robots pueden integrarse sin riesgos en espacios compartidos. Esto genera confianza y garantiza un entorno de trabajo eficiente.

Anterior
Anterior

¿Llegaron los humanoides al hogar? Tareas, retos y futuro real

Siguiente
Siguiente

¿Cómo se utiliza la IA en la seguridad robótica?